La mente puede tener una poderosa influencia sobre el cuerpo y, en algunos casos, puede incluso ayudar a que éste se cure. La mente puede incluso a veces engañarle para que crea que un tratamiento falso tiene resultados terapéuticos reales, un fenómeno que se conoce como efecto placebo. En algunos casos, los placebos pueden ejercer una influencia lo suficientemente poderosa como para imitar los efectos de los tratamientos médicos reales.
Pero el efecto placebo es mucho más que un simple pensamiento positivo. Cuando se produce esta respuesta, muchas personas no tienen ni idea de que están respondiendo a lo que es esencialmente una «píldora de azúcar«. Los placebos se utilizan a menudo en la investigación médica para ayudar a los médicos y científicos a descubrir y comprender mejor los efectos fisiológicos y psicológicos de los nuevos medicamentos.
Para entender por qué es importante el efecto placebo, es esencial comprender un poco más cómo y por qué funciona.
¿En qué consiste el efecto placebo?
El efecto placebo se define como un fenómeno en el que algunas personas experimentan un beneficio tras la administración de una sustancia o tratamiento inactivo «parecido». Esta sustancia, o placebo, no tiene ningún efecto médico conocido. A veces el placebo tiene forma de píldora (pastilla de azúcar), pero también puede ser una inyección (solución salina) o un líquido consumible.
En la mayoría de los casos, la persona no sabe que el tratamiento que está recibiendo es en realidad un placebo. En cambio, cree que es el destinatario del tratamiento real. El placebo está diseñado para que parezca exactamente igual que el tratamiento real, pero la sustancia no tiene ningún efecto real sobre la enfermedad que pretende tratar.
Diferencia entre «placebo» y «efecto placebo»
Es importante señalar que un «placebo» y el «efecto placebo» son cosas diferentes. El término placebo se refiere a la sustancia inactiva en sí, mientras que el término efecto placebo se refiere a cualquier efecto de la toma de un medicamento que no puede atribuirse al tratamiento en sí.
¿Cuál es la causa de este efecto?
¿Por qué las personas experimentan cambios reales como resultado de tratamientos falsos? Aunque los investigadores saben que el efecto placebo es un efecto real, aún no comprenden del todo cómo y por qué se produce este efecto. Se está investigando por qué algunas personas experimentan cambios incluso cuando sólo reciben un placebo. Hay varios factores que pueden contribuir a este fenómeno.
Respuesta hormonal
Una posible explicación es que al tomar el placebo se produce una liberación de endorfinas. Las endorfinas tienen una estructura similar a la de la morfina y otros analgésicos opiáceos y actúan como analgésicos naturales del propio cerebro.
Los investigadores han podido demostrar el efecto placebo en acción utilizando escáneres cerebrales, mostrando que las áreas que contienen muchos receptores de opiáceos se activaron tanto en el grupo de placebo como en el de tratamiento.
La naloxona es un antagonista de los opiáceos que bloquea tanto las endorfinas naturales como los opiáceos. Después de que las personas recibieran la naloxona, el alivio del dolor del placebo se redujo.
Condicionamiento
Otras posibles explicaciones incluyen el condicionamiento clásico, o cuando se forma una asociación entre dos estímulos que da lugar a una respuesta aprendida. En algunos casos, se puede emparejar un placebo con un tratamiento real hasta que evoca el efecto deseado.
Por ejemplo, si te dan regularmente la misma píldora para la artritis para aliviar las articulaciones rígidas y doloridas, puedes empezar a asociar esa píldora con el alivio del dolor. Si te dan un placebo de aspecto similar a tu pastilla para la artritis, puede seguir creyendo que te alivia el dolor porque te han condicionado a ello.
Expectativas
Se ha descubierto que las expectativas, o lo que creemos que vamos a experimentar, desempeñan un papel importante en el efecto placebo. Las personas que están muy motivadas y esperan que el tratamiento funcione pueden ser más propensas a experimentar un efecto placebo.
El entusiasmo del médico que prescribe el tratamiento puede incluso influir en la respuesta del paciente. Si un médico parece muy convencido de que un tratamiento tendrá un efecto deseable, es más probable que el paciente vea los beneficios de tomar el medicamento.
Esto demuestra que el efecto placebo puede tener lugar incluso cuando un paciente está tomando medicamentos reales para tratar una enfermedad.
Las señales verbales, conductuales y sociales pueden contribuir a las expectativas de una persona sobre si la medicación tendrá algún efecto.
- Conductual: El acto de tomar una píldora o recibir una inyección para mejorar su condición
- Sociales: Lenguaje corporal tranquilizador, contacto visual y discurso del médico o la enfermera
- Verbal: Escuchar a un sanitario hablar positivamente sobre el tratamiento
Genética
Los genes también pueden influir en la respuesta de las personas a los tratamientos con placebo. Algunas personas están genéticamente predispuestas a responder más a los placebos.
Un estudio descubrió que las personas con una variante genética que codifica niveles más altos de la sustancia química cerebral dopamina son más propensas al efecto placebo que las que tienen la versión baja en dopamina. Las personas con la versión alta de dopamina de este gen también tienden a tener niveles más altos de percepción del dolor y de búsqueda de recompensas.
Ejemplos del Efecto Placebo
El efecto placebo puede utilizarse de diversas formas, como en la investigación médica y en la investigación psicológica para conocer mejor los efectos fisiológicos y psicológicos de los nuevos medicamentos.
En medicina
En la investigación médica, algunas personas de un estudio pueden recibir un placebo, mientras que otras reciben el nuevo tratamiento que se está probando. El objetivo es determinar la eficacia del nuevo tratamiento. Si los participantes que toman el fármaco real demuestran una mejora significativa con respecto a los que toman el placebo, el estudio puede ayudar a respaldar la afirmación de la eficacia del fármaco.
Cuando se prueban nuevos medicamentos o terapias, los científicos quieren saber si el nuevo tratamiento funciona y si es mejor que lo que ya está disponible. A través de su investigación, aprenden el tipo de efectos secundarios que puede producir el nuevo tratamiento, qué pacientes pueden beneficiarse más y si los beneficios potenciales superan los riesgos.
Al comparar los efectos de un tratamiento con un placebo, los investigadores esperan poder determinar si los efectos del medicamento se deben al propio tratamiento o son causados por alguna otra variable.
En psicología
En un experimento de psicología, un placebo es un tratamiento o sustancia inerte que no tiene efectos conocidos. Los investigadores pueden utilizar un grupo de control con placebo, que es un grupo de participantes que están expuestos al placebo o a una variable independiente falsa. El impacto de este tratamiento placebo se compara con los resultados del grupo experimental.
Aunque los placebos no contienen ningún tratamiento real, los investigadores han descubierto que pueden tener diversos efectos tanto físicos como psicológicos.
Los participantes en los grupos de placebo han mostrado cambios en el ritmo cardíaco, la presión arterial, los niveles de ansiedad, la percepción del dolor, la fatiga e incluso la actividad cerebral. Estos efectos apuntan al papel del cerebro en la salud y el bienestar.
¿Cuáles son los beneficios de este efecto?
La principal ventaja de utilizar un placebo al evaluar un nuevo fármaco es que debilita o elimina el efecto que las expectativas pueden tener sobre el resultado. Si los investigadores esperan un determinado resultado, pueden dar, sin saberlo, pistas a los participantes sobre cómo deben comportarse. Esto puede afectar a los resultados del estudio.
Para minimizar esto, los investigadores a veces realizan lo que se conoce como un estudio doble ciego. En este tipo de estudio, ni los participantes ni los investigadores saben quién recibe el placebo y quién el tratamiento real. Al minimizar el riesgo de que estos sutiles sesgos influyan en el estudio, los investigadores pueden observar mejor los efectos del fármaco y del placebo.
Uno de los efectos placebo más estudiados y fuertes es el de la reducción del dolor. Según algunas estimaciones, aproximadamente entre el 30% y el 60% de las personas sentirán que su dolor ha disminuido después de tomar una píldora de placebo.
Por ejemplo, imaginemos que un participante se ha ofrecido como voluntario para un estudio destinado a determinar la eficacia de un nuevo medicamento para el dolor de cabeza. Después de tomar el fármaco, descubre que su dolor de cabeza se disipa rápidamente y se siente mucho mejor. Sin embargo, más tarde se entera de que estaba en el grupo de placebo y que el fármaco que le dieron era sólo una píldora de azúcar.
Estudios sobre el efecto placebo
Aunque los placebos pueden afectar a la forma en que una persona se siente, los estudios sugieren que no tienen un impacto significativo en las enfermedades subyacentes. Una importante revisión de más de 150 ensayos clínicos con placebos descubrió que éstos no tenían efectos clínicos importantes sobre las enfermedades. En cambio, el efecto placebo tenía una pequeña influencia en los resultados notificados por los pacientes, especialmente en la percepción de las náuseas y el dolor.
Sin embargo, otra revisión llevada a cabo casi 10 años después descubrió que, en poblaciones similares, tanto los placebos como los tratamientos tenían efectos similares. Los autores concluyeron que los placebos, cuando se utilizan adecuadamente, podrían beneficiar a los pacientes como parte de un plan terapéutico.
- Depresión: Se ha comprobado que el efecto placebo afecta a las personas con trastorno de depresión mayor. En un estudio, los participantes que no estaban tomando ninguna otra medicación recibieron píldoras placebo etiquetadas como antidepresivos de acción rápida o como placebo durante una semana. Al cabo de la semana, los investigadores realizaron escáneres PET y dijeron a los participantes que estaban recibiendo una inyección para mejorar el estado de ánimo. Los participantes que tomaron el placebo etiquetado como antidepresivo, así como la inyección, informaron de una disminución de los síntomas de la depresión y un aumento de la actividad cerebral en zonas del cerebro vinculadas a la regulación de las emociones y el estrés.8
- Manejo del dolor: Un pequeño estudio de 2014 probó el efecto placebo en 66 personas con migraña episódica, a las que se les pidió que tomaran una píldora asignada -un placebo o Maxalt (rizatriptán), que es un medicamento conocido para la migraña- y que calificaran la intensidad de su dolor. A algunas personas se les dijo que la píldora era un placebo, a otras que era Maxalt y a otras que podía ser cualquiera de los dos. Los investigadores descubrieron que las expectativas creadas por el etiquetado de la píldora influían en las respuestas de los participantes. Incluso cuando Maxalt estaba etiquetado como placebo, los participantes le dieron la misma puntuación que a un placebo etiquetado como Maxalt.
- Alivio de los síntomas: El efecto placebo también se ha estudiado en supervivientes de cáncer que experimentan fatiga relacionada con el cáncer. Los participantes recibieron tres semanas de tratamiento, ya sea su tratamiento habitual o una píldora etiquetada como placebo. El estudio descubrió que el placebo (a pesar de estar etiquetado como tal) mejoraba los síntomas mientras se tomaba la medicación y tres semanas después de suspenderla.