Esta parte del cerebro ayuda a una persona a conducir, lanzar una pelota o caminar por la habitación. El cerebelo también ayuda a las personas con el movimiento de los ojos y la visión.
Los problemas con el cerebelo son poco frecuentes y en su mayoría implican dificultades de movimiento y coordinación.
Este artículo explica la anatomía, las funciones y los posibles trastornos del cerebelo. También ofrece consejos para preservar la salud del cerebro.
Anatomía del Cerebelo
El cerebro es enormemente complejo, pero a nivel básico se divide en cerebro, tronco cerebral y cerebelo.
El cerebro participa en los niveles superiores del pensamiento y la acción. Cuatro lóbulos o secciones componen el cerebro, y cada uno de ellos realiza una tarea diferente.
Cuatro lóbulos cerebrales
El lóbulo frontal se encuentra en la parte delantera y superior del cerebro. Es responsable de los niveles más altos del pensamiento y el comportamiento humanos, como la planificación, el juicio, la toma de decisiones, el control de los impulsos y la atención.
El lóbulo parietal se encuentra detrás del lóbulo frontal. Este lóbulo capta la información sensorial y ayuda al individuo a comprender su posición en el entorno.
El lóbulo temporal está en la parte inferior delantera del cerebro. Este lóbulo está muy relacionado con la memoria visual, el lenguaje y las emociones.
Por último, el lóbulo occipital está situado en la parte posterior del cerebro. El lóbulo occipital procesa la información visual procedente de los ojos.
Tallo cerebral y cerebelo
El cerebelo y el tronco encefálico acompañan al cerebro en la promoción de la función física y mental completa.
El tronco encefálico gestiona las funciones automáticas vitales, como la respiración, la circulación, el sueño, la digestión y la deglución. Estos son los procesos involuntarios controlados por el sistema nervioso autónomo.
El tronco cerebral también controla los reflejos.
¿Cuáles son las funciones del cerebelo?
El cerebelo es la zona situada en la parte posterior e inferior del cerebro, detrás del tronco cerebral. El cerebelo tiene varias funciones relacionadas con el movimiento y la coordinación, entre ellas:
- Mantener el equilibrio: El cerebelo tiene sensores especiales que detectan los cambios de equilibrio y movimiento. Envía señales para que el cuerpo se ajuste y se mueva.
- Coordinar el movimiento: La mayoría de los movimientos del cuerpo requieren la coordinación de varios grupos musculares. El cerebelo sincroniza las acciones musculares para que el cuerpo pueda moverse con fluidez.
- La visión: El cerebelo coordina los movimientos oculares.
- Aprendizaje motor: El cerebelo ayuda al cuerpo a aprender los movimientos que requieren práctica y perfeccionamiento. Por ejemplo, el cerebelo desempeña un papel en el aprendizaje de la bicicleta o de los instrumentos musicales.
- Otras funciones: Los investigadores creen que el cerebelo desempeña algún papel en el pensamiento, incluido el procesamiento del lenguaje y el estado de ánimo. Sin embargo, los resultados de estas funciones aún no se han estudiado a fondo.
Trastornos asociados a daños cerebelares
Debido a la estrecha relación entre el cerebelo y el movimiento, los signos más comunes de un trastorno cerebeloso implican una alteración del control muscular.
Los síntomas o signos incluyen:
- falta de control y coordinación muscular
- dificultades para caminar y moverse
- dificultad para hablar o arrastrar las palabras
- movimientos oculares anormales
- dolores de cabeza
Hay muchos trastornos del cerebelo, entre ellos:
- derrame cerebral
- hemorragias cerebrales
- toxinas
- anomalías genéticas
- infección
- cáncer
Ataxia
El síntoma principal de la disfunción del cerebelo es la ataxia.
La ataxia es una pérdida de coordinación y control muscular. Un problema subyacente en el cerebelo, como un virus o un tumor cerebral, puede causar estos síntomas.
La pérdida de coordinación suele ser el primer signo de la ataxia, y poco después aparecen las dificultades del habla.
Otros síntomas son:
- visión borrosa
- dificultad para tragar
- cansancio
- dificultades en el control muscular preciso
- cambios de humor o de pensamiento
Hay varios factores que pueden causar ataxia, entre ellos:
- genes
- venenos que dañan el cerebro
- derrame cerebral
- tumores
- lesiones en la cabeza
- esclerosis múltiple
- parálisis cerebral
- varicela y otras infecciones víricas
A veces la ataxia es reversible cuando la causa subyacente es tratable. En otros casos, la ataxia se resuelve sin tratamiento.
Trastornos de la ataxia
Los trastornos de la ataxia son enfermedades degenerativas. Pueden ser genéticas o esporádicas.
Una mutación genética provoca una ataxia genética o hereditaria. Existen varios tipos y mutaciones diferentes.
Estos trastornos son raros e incluso el tipo más común, la ataxia de Friedreich, sólo afecta a 1 de cada 40.000 personas.
El médico diagnosticará la ataxia de Friedreich tras descartar otras causas. Las pruebas genéticas pueden identificar la enfermedad, que suele aparecer en la infancia.
La ataxia esporádica es un grupo de trastornos degenerativos del movimiento para los que no hay pruebas de herencia. Esta enfermedad suele progresar lentamente y puede convertirse en una atrofia multisistémica.
Presenta una serie de síntomas, entre ellos:
- desmayos
- problemas de ritmo cardíaco
- disfunción eréctil
- pérdida del control de la vejiga
Estos trastornos suelen empeorar con el tiempo. No existe un tratamiento específico para calmar o resolver los síntomas, excepto en los casos de ataxia cuya causa es una deficiencia de vitamina E.
Existen varios dispositivos que pueden ayudar a las personas con ataxia irreversible, como bastones y ordenadores especializados para ayudar a la movilidad, el habla y el control muscular preciso.
Ataxia causada por toxinas
El cerebelo es vulnerable a los tóxicos, como el alcohol y ciertos medicamentos de prescripción.
Estos tóxicos dañan las células nerviosas del cerebelo, provocando ataxia.
Las siguientes toxinas pueden causar ataxia:
- alcohol
- medicamentos, especialmente barbitúricos y benzodiacepinas
- metales pesados, como el mercurio y el plomo
- disolventes, como los diluyentes de pintura
El tratamiento y el tiempo de recuperación previsto dependen de la toxina implicada y de la magnitud del daño cerebral.
Ataxia vírica
Un virus puede causar ataxia.
Este trastorno se denomina ataxia cerebelosa aguda y es más frecuente en los niños. La ataxia es una complicación poco frecuente del virus de la varicela.
Otros virus asociados a la ataxia cerebelosa aguda son el virus Coxsackie, el Epstein-Barr y el VIH. La enfermedad de Lyme, una infección bacteriana, también puede causar esta afección.
No hay tratamiento para la ataxia vírica. Suele resolverse en unos meses, una vez que desaparece la infección vírica.
Ataxia causada por un ictus
El ictus es un coágulo o una hemorragia en cualquier parte del cerebro. El cerebelo es un lugar menos común para el ictus que el cerebro, pero aún así puede ocurrir allí.
Un coágulo o una hemorragia en el cerebelo puede causar lo siguiente:
- ataxia
- dolor de cabeza
- mareos
- náuseas
- vómitos
El tratamiento del ictus puede resolver la ataxia. La terapia ocupacional y la fisioterapia pueden ayudar a controlar cualquier daño permanente.
Tumor en el cerebelo
Los tumores son células anormales que pueden crecer en el cerebro o migrar allí desde otra parte del cuerpo. Estos tumores pueden ser benignos y no extenderse por el cuerpo. Los tumores malignos crecen y se extienden, dando lugar a un cáncer.
Los síntomas de un tumor en el cerebelo incluyen:
- dolor de cabeza
- vómitos sin náuseas
- ataxia
- dificultades de coordinación
El diagnóstico y el tratamiento varían en función de la edad, el estado general de salud, la evolución de la enfermedad, el posible pronóstico y otros factores.
Cómo protegerse del daño cerebelar
Preservar la salud general del cerebro es la mejor manera de evitar daños en el cerebelo.
Reducir el riesgo de infarto, de lesión cerebral y de exposición a venenos puede ayudar a prevenir algunas formas de ataxia.
- Dejar de fumar: El tabaquismo aumenta el riesgo de ictus al espesar la sangre y elevar la presión arterial.
- Limitar el consumo de alcohol: El consumo de grandes cantidades de alcohol puede dañar el cerebelo. El alcohol también eleva la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de ictus.
- Hacer ejercicio: La actividad física regular beneficia al corazón y a los vasos sanguíneos y reduce el riesgo de ictus. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan 2,5 horas
- Proteger la cabeza: Usar el cinturón de seguridad, el casco y arreglar los riesgos de seguridad en el hogar reducen el riesgo de sufrir una lesión cerebral. Las personas deben tomar medidas para evitar las caídas. Los padres también deben asegurarse de que los niños no tengan acceso a balcones o escaleras de incendios.
- Evitar la manipulación de plomo: Las empresas de construcción ya no utilizan plomo, pero las casas más antiguas pueden tener tuberías y pintura de plomo. Hay que mantener las casas limpias de polvo que pueda contener plomo y evitar que los niños jueguen en el suelo.
La consulta y el control regulares pueden ayudar a limitar las restricciones físicas de la ataxia genética.
Me han diagnosticado lesión en el cerebelo, ¿Es posible que se produjera a causa de una caida hacia atras golpeandome dicha zona?.
Atententamente, Julián Lucas