La psicoterapia existencial es una forma única de terapia que busca explorar las dificultades desde una perspectiva filosófica. Centrándose en la condición humana en su conjunto, la terapia existencial destaca nuestras capacidades y nos anima a responsabilizarnos de nuestros éxitos.
Las dificultades emocionales y psicológicas se ven como un conflicto interior causado por la confrontación del individuo con lo que se da en la existencia. En lugar de ahondar en el pasado, el enfoque existencial se centra en el aquí y el ahora, explorando la condición humana en su conjunto y lo que significa para el individuo.
Breve Historia de la Psicoterapia Existencial
La terapia existencial se desarrolló a partir de las filosofías de Friedrich Nietzsche y Soren Kierkegaard. Como uno de los primeros filósofos existenciales, Kierkegaard teorizó que el descontento humano sólo podía superarse mediante la sabiduría interna. Más tarde, Nietzsche desarrolló la teoría del existencialismo utilizando conceptos como la voluntad de poder y la responsabilidad personal.
A principios del siglo XX, filósofos como Martin Heidegger y Jean-Paul Sartre comenzaron a explorar el papel de la investigación y la interpretación en el proceso de curación. En las décadas siguientes, otros contemporáneos empezaron a reconocer la importancia de la experiencia en relación con la comprensión como método para lograr el bienestar y el equilibrio psicológico.
Otto Rank fue uno de los primeros terapeutas existenciales en dedicarse activamente a esta disciplina y, a mediados del siglo XX, los psicólogos Paul Tillich y Rollo May introdujeron la terapia existencial en la corriente principal a través de sus escritos y enseñanzas, al igual que Irvin Yalom después de ellos. Este enfoque popular empezó a influir en otras teorías, como la logoterapia, desarrollada por Viktor Frankl, y la psicología humanista.
Al mismo tiempo, los filósofos británicos ampliaron el existencialismo con la fundación de la Asociación de Filadelfia, una organización dedicada a ayudar a las personas a gestionar sus problemas de salud mental con terapias experienciales. Otras instituciones que encarnan la teoría del existencialismo son la Sociedad de Análisis Existencial, fundada en 1988, y la Comunidad Internacional de Consejeros Existenciales, creada en 2006.
¿Cómo trabaja la terapia existencial?
Un elemento clave del asesoramiento existencial es que no hace hincapié en los acontecimientos pasados como otros tipos de terapia. El enfoque sí tiene en cuenta el pasado y, juntos, el terapeuta y el individuo pueden comprender las implicaciones de los acontecimientos pasados.
Sin embargo, en lugar de culpar a los acontecimientos del pasado, el asesoramiento existencial los utiliza como una visión, convirtiéndose en una herramienta para promover la libertad y la asertividad. Darse cuenta de que uno no está definido por su historia y que no está destinado a tener un futuro determinado suele ser un avance que ofrece liberación.
Los practicantes de la terapia existencial dicen que su papel es ayudar a facilitar el encuentro del individuo consigo mismo y trabajar junto a él mientras explora sus valores, suposiciones e ideales. Un terapeuta existencial evitará cualquier forma de juicio y, en cambio, ayudará al individuo a hablar desde su propia perspectiva.
El terapeuta debe entrar en las sesiones con una mente abierta y estar dispuesto a cuestionar sus propios prejuicios y suposiciones. El objetivo del terapeuta es entender las suposiciones del individuo con una claridad que el propio individuo puede no ser capaz de reunir.
Una creencia que se encuentra en el corazón del asesoramiento existencial es que, aunque los seres humanos están esencialmente solos en el mundo, anhelan estar conectados con los demás. Esta creencia puede ayudar a explicar por qué aparecen ciertas preocupaciones y puede ayudar al individuo a entender por qué se siente así a veces.
Otra teoría interesante es que el conflicto interior surge de la confrontación del individuo con los hechos de la existencia. Estos datos fueron señalados por el influyente psicoterapeuta Irvin D. Yalom, e incluyen
- Libertad y responsabilidad
- El aislamiento existencial
- Falta de sentido vital
- La muerte
La confrontación con cualquiera de las condiciones mencionadas anteriormente, o con los hechos, llena al individuo de un tipo de temor comúnmente conocido como ansiedad existencial. Se cree que esta ansiedad reduce la conciencia física, psicológica, social y espiritual de la persona, lo que puede acarrear importantes consecuencias a largo plazo.
Por ejemplo, el hecho de que cada uno de nosotros y cada uno de nuestros seres queridos deba morir en algún momento desconocido puede ser una fuente de profunda ansiedad para nosotros, y esto puede tentarnos a ignorar la realidad y la necesidad de la muerte en la existencia humana. Sin embargo, al reducir nuestra conciencia de la muerte, es posible que no tomemos decisiones que puedan realmente salvaguardar o incluso enriquecer nuestras vidas.
En el otro extremo del espectro, las personas que son excesivamente conscientes de que la muerte es inevitable pueden verse abocadas a un estado de neurosis o psicosis.
La clave, según la psicoterapia existencial, es lograr un equilibrio entre ser consciente de la muerte sin sentirse abrumado por ella. Las personas que mantienen un equilibrio saludable de este modo están motivadas para tomar decisiones que pueden tener un impacto positivo en sus vidas, así como en las de sus seres queridos.
Aunque estas personas no sepan cómo resultarán sus decisiones, aprecian la necesidad de actuar mientras puedan. En esencia, la realidad de la muerte nos anima a aprovechar al máximo las oportunidades y a atesorar las cosas que tenemos.
Al igual que la muerte, la amenaza del aislamiento, la percepción del sinsentido de la vida y la pesada responsabilidad de tomar decisiones que cambian la vida pueden ser una fuente de ansiedad existencial aguda. Según las teorías de la terapia existencial, el modo en que una persona procesa estos conflictos internos, y las decisiones que toma como resultado, determinarán en última instancia las circunstancias presentes y futuras de esa persona.
Los principios básicos
Esta forma de terapia se basa en la creencia de que uno se enfrenta a ciertas cosas en la vida. Desgraciadamente, estas experiencias provocan un conflicto interno en ti, ya que parecen ir en contra de tu existencia humana inherente. La terapia existencial reconoce cuatro grandes aspectos existenciales mencionados anteriormente.
Libertad y responsabilidad
Según este enfoque, eres libre de elegir entre muchas alternativas. Esto te deja suficiente espacio para responsabilizarte de tus acciones, de tu vida y de cualquier fallo en la acción.
Si siempre tienes la costumbre de culpar a otras personas de tus problemas, un terapeuta que utilice este enfoque te ayudará a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Te hará reconocer cómo tus acciones te han llevado a la situación en la que te encuentras y cómo dejas que otros decidan por ti. También podrás ver el precio que pagas por hacerlo.
La solución es ayudarte a ver las distintas opciones que tienes en cada situación. Confía en ti mismo para buscar en tu interior y encontrar las respuestas que necesitas. Descubrirás cómo has perdido el contacto con tu identidad y, en cambio, has dejado que otros diseñen tu vida.
Conciencia de la muerte.
La terapia existencial propone que el pensamiento de la muerte te motiva a vivir tu vida plenamente. Te empuja a aprovechar todas las oportunidades que tienes para crear algo significativo.
El aislamiento existencial como parte de la vida
Esta teoría sugiere que vives en un estado de aislamiento social: tu vida carece de relaciones sociales con otras personas y vives solo. Debes esforzarte siempre por dar un sentido a la vida creando una relación contigo mismo. Aprende a escucharte y a respetar tus decisiones. Decide cómo vivir contigo mismo y sé firme al respecto.
Durante una sesión de terapia existencial, el terapeuta también puede animarte a identificar los retos que te plantean las relaciones. Te ayudarán a identificar lo que obtienes de las relaciones y a entender por qué evitas las cercanas.
La búsqueda de sentido
Los terapeutas que utilizan este enfoque te animan a preguntarte qué quieres de la vida. También debes identificar de dónde obtienes el sentido de tu vida. Esto te enseña a confiar en tu capacidad para encontrar tu forma de ser.
Cuando te comprometes a crear, amar, construir y trabajar, el sentido de la vida vendrá como un subproducto de este compromiso. Llevar una vida sin sentido puede llevar al vacío y a la vacuidad, también conocido como vacío existencial.
Los cuatro ámbitos de la existencia
Dentro de la psicoterapia existencial, existe una descripción de cuatro niveles diferentes de experiencia y existencia con los que las personas se enfrentan inevitablemente. Estos niveles pueden ayudar a las personas a entender el contexto de sus preocupaciones.
Se cree que la orientación de una persona hacia el mundo y los cuatro reinos definen su realidad. Hay varios nombres para los cuatro reinos dentro de la terapia existencial, sin embargo, los siguientes son quizás los más conocidos:
El mundo físico
Este mundo o reino se centra en lo físico. Es el mundo que compartimos con los animales, el mundo de las necesidades corporales. Es el mundo que almacena el deseo, el alivio, los ciclos de sueño/vigilia y la naturaleza. El nacimiento, la muerte y los sentimientos/síntomas físicos también forman parte de este reino.
El mundo social
En el reino social se encuentra todo lo que tiene que ver con las relaciones. La cultura, la sociedad y el lenguaje están aquí, así como el trabajo, las actitudes hacia la autoridad, la raza y la familia. Las emociones, las amistades y las relaciones románticas también forman parte del mundo social.
El ámbito personal
El ámbito personal se ocupa de las cuestiones relacionadas con el yo. Esto incluye la intimidad (con uno mismo y con los demás), la identidad, las características personales y el sentido general del yo. Las fortalezas y debilidades personales también son importantes, así como la cuestión de ser auténtico.
El ámbito de la creación
El último ámbito se considera nuestro mundo «ideal». En él se incluyen la religión, los valores, las creencias y la transformación. Es la dimensión en la que damos sentido a nuestras vidas y se considera el reino de la trascendencia.
¿Cómo puede ayudar la psicoterapia existencial?
Uno de los principales objetivos de la terapia existencial es ayudar a las personas a enfrentarse a las ansiedades de la vida y a abrazar la libertad de elección que tienen los seres humanos, asumiendo la plena responsabilidad de estas elecciones al hacerlo.
Los terapeutas existenciales tratan de ayudar a las personas a vivir de forma más auténtica y a preocuparse menos por la superficialidad. También animan a los clientes a apropiarse de sus vidas, a encontrar el sentido y a vivir plenamente en el presente.
Los individuos que están interesados en el autoexamen y que ven sus preocupaciones como problemas de la vida más que como síntomas de una enfermedad psiquiátrica tienen más probabilidades de beneficiarse de este enfoque. La terapia existencial también es adecuada para quienes se enfrentan a problemas de la existencia, por ejemplo, los que padecen una enfermedad terminal, los que contemplan el suicidio o incluso los que atraviesan una transición en su vida.
La psicoterapia existencial también puede ayudar con la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la dependencia de sustancias.
Al trabajar con un psicoterapeuta existencial cualificado y con experiencia, además de tratar problemas específicos de salud mental, puede beneficiarse de un mayor sentido de autoconciencia, autocomprensión, automotivación y autoestima.
Limitaciones de la terapia existencial
La psicoterapia existencial, al igual que otros tipos de terapia, puede ser malinterpretada por personas que no tienen un conocimiento profundo de los principios fundamentales o del alcance de las teorías asociadas. Puede ser útil desarrollar la conciencia de los principios, las teorías y los datos antes y durante la participación en el tratamiento.
Las percepciones erróneas más comunes de la psicoterapia existencial incluyen las siguientes creencias:
- Una teoría existencial distintiva y unida, libre de tensiones internas, cubre todos los supuestos básicos de la psicología existencial. De hecho, hay al menos cinco categorías del enfoque, y la mayoría de los estudiosos ven esto como un punto fuerte del enfoque, ya que conduce a un examen coherente de los supuestos básicos del enfoque y permite una mayor adaptabilidad.
- No hay diferencia entre la psicología existencial y la filosofía existencial. Aunque hay puntos de acuerdo entre la filosofía existencial y la psicología existencial, también hay puntos de diferencia, y la variación en las perspectivas de los principales pioneros y estudiosos de los dos campos ayudan a contribuir al desarrollo de cada enfoque.
- La psicología existencial adopta un enfoque antirreligioso o antiespiritual, por ejemplo, negando la existencia de Dios. Aunque la psicología existencial no es innatamente religiosa y desanima a las personas a seguir a una persona o religión sin cuestionarla, tampoco es antirreligiosa, y muchos de los principales estudiosos y pioneros fueron teólogos cristianos.
- Las teorías existenciales y humanistas son la misma cosa. Aunque hay acuerdo entre ambas teorías, no son idénticas. Sin embargo, los desacuerdos entre estas dos escuelas de pensamiento tienden a ser más grados de énfasis y menos divergencias completas.
- La psicoterapia existencial adopta una visión negativa, oscura o pesimista de la vida. Porque los escritos de la psicología existencial pueden leerse como pesimistas, debido a su visión de que el sufrimiento puede ser abrazado como parte de la existencia humana. Sin embargo, no se trata de fomentar el sufrimiento, sino de reconocer que es una parte ineludible del ser humano. Lo que hace la terapia existencial es animar a la gente a aceptar la realidad del sufrimiento para trabajar y aprender de él.
- El enfoque es fundamentalmente intelectual y, como tal, sólo es beneficioso para las personas de alto nivel intelectual, que no experimentan condiciones crónicas de comportamiento o de salud mental. Las personas de cualquier nivel de inteligencia son capaces de tomar conciencia de su propia humanidad y de dar sentido a sus emociones y ansiedades. No es necesario que una persona sea filósofa o erudita para beneficiarse de los principios de la terapia existencial, y muchas personas que están luchando activamente con problemas de salud mental también pueden ser ayudadas por el enfoque.
Dado que la psicoterapia existencial se centra en los factores subyacentes de los problemas de comportamiento y salud mental percibidos, un enfoque existencial puede no abordar directamente el problema principal que experimenta una persona en tratamiento.
Por ello, la terapia existencial, que es bastante adaptable, se utiliza a menudo junto con otros enfoques de tratamiento. La combinación de enfoques puede ayudar a maximizar la eficacia de ambos y promover una mayor recuperación.
Además, el enfoque profundo y penetrante que se utiliza en la psicoterapia existencial puede no resultar atractivo para las personas que no desean explorar sus procesos intrapsíquicos o que sólo están interesadas en encontrar una solución rápida a sus problemas de salud mental.