El contrato de contingencias es un tipo de intervención que se utiliza para aumentar los comportamientos deseables o disminuir los indeseables. Un contrato de contingencias puede ser suscrito por un profesor y un alumno, un padre y un hijo, o un terapeuta y un cliente. En él se especifica el comportamiento objetivo, las condiciones en las que se producirá el comportamiento y los beneficios o consecuencias que se derivan de alcanzar o no el objetivo.
Por ejemplo, un padre y su hijo firman un contrato de contingencia para que el niño termine los deberes antes de la hora de la cena, después de lo cual gana tiempo de televisión. Cada vez que termine satisfactoriamente los deberes antes de la hora de cenar, podrá ver una hora de televisión después de la cena. Si no termina los deberes satisfactoriamente, en lugar de disfrutar de un rato de televisión, tiene que utilizar ese tiempo para terminar los deberes.
¿Dónde se utiliza el contrato de contingencias? Ejemplos
Los contratos de contingencias están diseñados principalmente para mejorar los comportamientos deseables. Dicho contrato puede ser entre las siguientes partes:
- Terapeuta y cliente
- Padre e hijo
- Profesor y alumno
Habilidades de negociación
En esencia, los contratos de contingencias se utilizan para gestionar el riesgo y lograr un resultado deseado. Los negociadores pueden intentar superar las diferencias de opinión respecto a determinados acontecimientos mediante diversas estrategias de persuasión. La adición de penalizaciones o incentivos en función de los resultados futuros protegerá a todas las partes de posibles riesgos.
Las partes que no estén de acuerdo durante las negociaciones deben estar preparadas para poner a prueba sus creencias mediante apuestas. Los contratos de contingencia también funcionan mejor en los siguientes ámbitos:
- Deportes profesionales
- Proyectos de construcción
- Bienes inmuebles
En otras áreas, los negociadores podrían beneficiarse más añadiendo penalizaciones o incentivos en lugar de utilizar técnicas de persuasión que podrían dar lugar a menores probabilidades de éxito.
Contratos entre alumnos y profesores
Un contrato de contingencia entre el profesor y el alumno tiene por objeto alcanzar determinados objetivos académicos que fuera de un alumno. Además, el contrato premia y refuerza una ética de trabajo positiva basada en los rendimientos deseados.
Nota: Un contrato de contingencias debe tener un único propósito esbozado en el contrato.
Las disposiciones no deben incluir nada que ponga al alumno en peligro físico o que le obligue a hacerse daño de alguna manera.
A la hora de definir el objetivo del contrato, hay que valorar el nivel de rendimiento actual del alumno. Si un profesor quiere que un alumno practique cómo levantar la mano en lugar de hablar bruscamente, hay que establecer el grado de comportamiento antes de elaborar un contrato sólido.
Otro escenario es si un profesor quiere que un estudiante complete más tareas de matemáticas. En primer lugar, el profesor debe evaluar el rendimiento actual del alumno. Puede elaborar un objetivo determinado si un alumno sólo completa el 60 por ciento de todas las tareas de matemáticas.
Los profesores deben observar los comportamientos actuales durante un periodo de una semana. Después, debe elaborar un objetivo y transformarlo en un plan de acción. A continuación, el alumno conoce los términos del contrato y puede negociar en consecuencia. Una vez que ambas partes estén de acuerdo con los términos, toda la información debe quedar recogida en el contrato en un lenguaje objetivo y claro.
Un objetivo puede ser que el alumno levante la mano y espere a ser llamado al menos cinco veces por hora. Este sería un plan sólido si el alumno levantara la mano e interrumpiera cinco veces.
Cómo utilizar el contrato de contingencias con niños
Cuando se trata de estudiantes, la determinación de las condiciones adecuadas para el contrato incluye:
- Actividades
- Horarios
- Clases
Estos parámetros detallan un nivel de rendimiento deseado basado en las circunstancias actuales. Además, el contrato debe recompensar o incentivar al alumno si cumple su parte del acuerdo. Las recompensas deben apelar a los intereses del estudiante, pero dentro de lo razonable. Algunas ideas sólidas de recompensas son
- Juguetes pequeños
- Caramelos
- Pases para los deberes
- Tiempo libre
Todas las recompensas e incentivos deben concederse inmediatamente después de cumplir los términos del contrato. Además, debe incluir las fechas en las que el alumno completa las tareas o cumple el acuerdo, y debe evaluar su rendimiento semanalmente para determinar el progreso del alumno.
Si no ves ningún progreso después de un par de semanas, debes reevaluar los términos del contrato y entrar en otra fase de negociación. Los términos actuales podrían ser demasiado difíciles de cumplir para el estudiante. Incluya siempre una fecha de finalización para que el alumno alcance el objetivo principal.