¿Por qué quiere desarrollar la inteligencia emocional? Quizá porque quiere tener el verdadero control de su vida. Después de todo, sólo controlamos tres cosas en la vida: nuestros pensamientos, comportamientos y sentimientos.
La más importante de estas tres cosas son nuestros sentimientos, porque son los que dirigen nuestros pensamientos y comportamientos. De hecho, alrededor del 80% o más de nuestras decisiones y acciones provienen de nuestros sentimientos y emociones. Sin embargo, nuestros sentimientos son también la parte más difícil de controlar, ya que somos los que menos influencia directa tenemos sobre nuestras emociones.
Para conseguir el control de las emociones es necesario desarrollar y aprovechar la inteligencia emocional, que es la capacidad de ser consciente de las emociones y gestionarlas.
Siguiendo los hábitos diarios descritos en este artículo, todos ellos fundamentados en la investigación en neurociencia y psicología, desarrollarás habilidades de inteligencia emocional y obtendrás un control mucho mayor sobre ti mismo y tu vida.
Retrasar la manifestación de las emociones

¿Alguna vez has reaccionado precipitadamente durante una situación tensa y después ha deseado poder volver atrás? ¿Y qué tal si te arrepientes de algo que has dicho en el calor del momento? Tanto si estas reacciones impulsivas son poco frecuentes como si son algo que te ocurre a menudo, tiene muchas ventajas ser capaz de retrasar la manifestación de tus emociones.
Pero primero, hablemos de cómo funciona nuestra mente y de nuestros dos sistemas de pensamiento. El sistema de piloto automático corresponde a nuestras emociones e intuiciones, mientras que el sistema intencional refleja nuestro pensamiento racional.
Como nuestro sistema intencional es lento, se necesita tiempo para activarlo y reflexionar sobre el tipo de errores que puede cometer el sistema del piloto automático. Para solucionar esto, es necesario desarrollar el hábito diario de contar hasta 10 antes de seguir comportamientos y decisiones impulsados por las emociones. Esto permitirá que tu sistema intencional se encienda y se dirija a tus sentimientos antes de mostrar tus emociones.
El simple hecho de entender cómo funcionan estos dos sistemas y tomarse un tiempo antes de reaccionar te permitirá tener un mayor control de tus emociones.
Escribir un diario

Escribir regularmente tus pensamientos y sentimientos es beneficioso para desarrollar la inteligencia emocional. Llevar un diario es también un acto de autocuidado que fomenta la creatividad y el autoconocimiento. Las investigaciones también han demostrado que las indicaciones del diario o las preguntas guía sencillas para empezar son útiles para estimular la reflexión.
Aunque no hay reglas exactas para escribir en el diario, acostúmbrate a hacerlo a diario y establece un proceso. Desarrolla una actividad de diario por la mañana o por la noche que incluya tres hábitos relevantes para la inteligencia emocional:
- Escribir un diario sobre uno mismo y sus sentimientos en ese momento
- Escribir un diario sobre lo que ha aprendido sobre sus sentimientos en el último día.
- Escribir un diario sobre los aspectos en los que le gustaría centrarse para desarrollar su inteligencia emocional, incluida la capacidad de conocer y gestionar sus sentimientos, a lo largo del tiempo.
Recuerda que la clave es empezar y ser constante. Para ello, elige un método de escritura -puede escribir a mano, a máquina, con una grabadora de voz o con una aplicación- y continúe haciéndolo.
A medida que empieces a practicar los hábitos que se enumeran aquí, querrás revisar las entradas de tu diario de vez en cuando. También será una buena manera de comprobar tus tropiezos anteriores y lo lejos que has llegado.
Meditación

La meditación es otra forma de mejorar la inteligencia emocional. Aunque la mayoría de la gente tiende a asociar la meditación con la espiritualidad, meditar puede crear nuevas vías neuronales, que pueden ayudar a gestionar el estrés y las emociones.
En particular, la meditación también puede ayudar a los hombres que luchan con las normas tradicionales en torno a las emociones y la dificultad para expresar sus sentimientos. Los estudios han demostrado que la meditación ha ayudado a los hombres a enfrentarse a sus emociones de forma constructiva.
Recomiendo desarrollar estos dos hábitos diarios de meditación
Al menos 10 minutos de meditación Zazen (mente vacía) – Este tipo de meditación tiene como objetivo aclarar y calmar la mente. Para ello, ponte en posición sentada con las piernas cruzadas. A continuación, respira, vacía tu mente e intenta no pensar en nada.
El zazen te ayudará a desarrollar la atención y la concentración, que luego podrás utilizar para prestar más atención a tus emociones
Al menos 5 minutos de meditación de bondad amorosa – Este tipo de meditación te ayudará a gestionar tus sentimientos hacia otras personas y a hacerlos más ricos y positivos. Practicando esto, puedes fortalecer tu conexión y sentimientos de bondad hacia tus seres queridos e incluso conocidos
Esto se puede hacer visualizando a las personas en tu vida, enfocándote en estas personas y pensando en que estas personas envían y reciben amor y bondad hacia y de ti.
Yoga

Puede que hayas oído hablar de sus muchos beneficios para la salud, pero permíteme destacar que también tiene un impacto significativo en la inteligencia emocional. Practicar yoga te enseña a estar en el presente y te impulsa a ser consciente de ti mismo, lo que te permite reconocer más fácilmente tus emociones. Esto también se traduce en la conciencia corporal y en la capacidad de manejar tu cuerpo.
Las emociones a menudo se manifiestan físicamente, por lo que la conciencia corporal te ayudará a ser más consciente de tus emociones, a ser capaz de discriminarlas y a gestionarlas mejor. Adquiere un hábito de yoga diario durante al menos 15 minutos.
Identifica regularmente los sesgos cognitivos
Nuestras emociones a menudo nos llevan en la dirección equivocada debido a puntos ciegos mentales llamados sesgos cognitivos. Se trata de peligrosos errores de juicio que pueden hacer que tomes malas decisiones en tu vida personal y profesional.
Tienes que adelantarte a estos problemáticos puntos ciegos evaluando y aprendiendo cuáles son relevantes para ti. A continuación, diseña un ritual diario para abordar los sesgos cognitivos que más te afectan.
Los cuatro primeros hábitos que he descrito también te permitirán identificar y tratar estos sesgos. Por ejemplo, puedes utilizar un diario para escribir cómo piensas abordarlos.
Relacionarse con los demás
Aunque los cinco primeros hábitos de esta lista te permitirán reflexionar, evaluar y deliberar internamente, también deberías tener en cuenta cómo te relacionas con la gente. Después de practicar el quinto hábito, estoy seguro de que te darás cuenta de lo llenos que estamos de sesgos cognitivos cuando se trata de nuestras emociones con respecto a otras personas.
Para gestionar mejor tus emociones, ten el hábito diario de evaluar tus emociones cuando te relacionas con otras personas. Haz una pausa, reflexiona e identifica lo que puedes aprender sobre ti mismo durante estas interacciones. Incluso puedes utilizar esto como una de las indicaciones de tu diario.
Equipado con la información que has aprendido sobre ti mismo, planifica cómo vas a interactuar con los demás en el futuro. Recuerda seguir retrasando el mostrar tus emociones a los demás, sobre todo al principio, para aprender a manejarte bien.
Desarrolla habilidades de escucha activa
Muchas personas escuchan sin oír realmente lo que se dice. Esto es especialmente cierto en muchas discusiones, cuando la gente adopta una postura combativa y pasa el tiempo formulando una respuesta en su mente en lugar de escuchar realmente a la otra persona.
Sin la capacidad de escuchar correctamente, no se puede formar ni emplear la inteligencia emocional, y la mayoría de los conflictos quedarían sin resolver.
Cuando converses con otros, escucha activamente en lugar de hacerlo como una idea de última hora o como una forma de pasar el tiempo hasta que te toque hablar. Más bien, escucha para asegurarte de que comprendes bien lo que se está discutiendo.
Al resolver un conflicto, la escucha activa te ayuda a determinar cómo puedes contribuir a resolver el problema. Esto se debe a que te da tiempo a aclarar cualquier punto confuso, así como a emplear tu inteligencia emocional para ayudarte a dar una respuesta adecuada.
Utiliza un estilo de comunicación asertivo y colaborativo
Aunque cada hábito puede practicarse individualmente con buenos resultados, estoy completando esta lista destacando la importancia de una forma de comunicación asertiva y colaborativa. Esto se debe a que los primeros 7 hábitos funcionan de forma armoniosa para permitirte ser más asertivo y directo.
Ten en cuenta todo lo que has aprendido sobre ti mismo, tus prejuicios y cómo reaccionas ante los demás. A continuación, desarrolle el hábito de ser asertivo -no agresivo- y de ser más directo al comunicarse. Esto le permitirá expresar sus opiniones con mayor claridad, animando así a los demás a comunicarse con usted también con claridad.
Conclusión sobre desarrollar la inteligencia emocional
Independientemente de las razones por las que quieras perfeccionar tu inteligencia emocional, sólo podrás beneficiarte del intento.
Adoptar estos hábitos diarios es la clave para desarrollar la inteligencia emocional, que es la puerta de entrada para tener un verdadero control sobre su vida. Aunque la curva de aprendizaje puede variar según la persona, cualquiera puede probar y dominar estos hábitos.
Practica sólo unos pocos para ver cómo enriquecen ciertos aspectos de tu vida, o utiliza los 8 para cosechar los beneficios compuestos de una mente emocionalmente inteligente.