Los arquetipos junguianos son un concepto de la psicología que se refiere a una idea, patrón de pensamiento o imagen universal y heredada que está presente en el inconsciente colectivo de todos los seres humanos. Se cree que los arquetipos, la contrapartida psíquica del instinto, son la base de muchos de los temas y símbolos comunes que aparecen en historias, mitos y sueños de diferentes culturas y sociedades.
Algunos ejemplos de arquetipos son los de la madre, el niño, el embaucador y el diluvio, entre otros. El concepto de arquetipos y de inconsciente colectivo fue propuesto por primera vez por Carl Jung, psiquiatra y psicoanalista suizo.
Según Jung, los arquetipos son patrones innatos de pensamiento y comportamiento que luchan por realizarse en el entorno de un individuo. Este proceso de realización influye en el grado de individuación o desarrollo de la identidad única del individuo.
Por ejemplo, la presencia de una figura materna que se acerque mucho al concepto idealizado que el niño tiene de una madre puede evocar expectativas innatas y activar el arquetipo materno en la mente del niño. Este arquetipo se incorpora al inconsciente personal del niño como un «complejo materno», que es una unidad funcional del inconsciente personal análoga a un arquetipo del inconsciente colectivo.
Según la psicología de Jung, los arquetipos forman una base común para las experiencias de todos los seres humanos. Cada individuo construye sus propias experiencias sobre esta base, influido por su cultura, personalidad y acontecimientos vitales únicos. Aunque hay un número relativamente pequeño de arquetipos innatos y amorfos, pueden dar lugar a una amplia gama de imágenes, símbolos y comportamientos. Aunque las imágenes y formas resultantes se reconocen conscientemente, los arquetipos subyacentes son inconscientes y no pueden percibirse directamente.
¿Cuáles son los principales arquetipos junguianos?
La persona, el ánima y el ánimus, la sombra y el yo son cuatro de los arquetipos que forman parte de los distintos sistemas de la personalidad y son los arquetipos junguianos más destacados.
La Persona
La persona es cómo nos presentamos al mundo. La palabra «persona» deriva de una palabra latina que significa literalmente «máscara«. Sin embargo, no es una máscara literal.
La persona representa todas las máscaras sociales que llevamos en distintos grupos y situaciones. Actúa para proteger al ego de las imágenes negativas. Según Jung, el personaje puede aparecer en sueños y adoptar distintas formas.
A lo largo del desarrollo, los niños aprenden que deben comportarse de determinadas maneras para encajar en las expectativas y normas de la sociedad. El personaje se desarrolla como una máscara social para contener todos los impulsos y emociones primitivos que no se consideran socialmente aceptables.
El arquetipo de la persona permite a las personas adaptarse al mundo que les rodea y encajar en la sociedad en la que viven. Sin embargo, identificarse demasiado con este arquetipo puede llevar a las personas a perder de vista su verdadero yo.
La sombra
La sombra es un arquetipo formado por los instintos sexuales y vitales. La sombra forma parte de la mente inconsciente y está compuesta por ideas reprimidas, debilidades, deseos, instintos y defectos.
La sombra se forma a partir de nuestros intentos de adaptarnos a las normas y expectativas culturales. Este arquetipo contiene todas las cosas que son inaceptables no sólo para la sociedad, sino también para la moral y los valores personales. Puede incluir cosas como la envidia, la codicia, los prejuicios, el odio y la agresión.
Jung sugirió que la sombra puede aparecer en sueños o visiones y adoptar diversas formas. Puede aparecer como una serpiente, un monstruo, un demonio, un dragón o cualquier otra figura oscura, salvaje o exótica.
Este arquetipo suele describirse como el lado más oscuro de la psique, que representa lo salvaje, el caos y lo desconocido. Jung creía que estas disposiciones latentes están presentes en todos nosotros, aunque a veces las personas niegan este elemento de su propia psique y lo proyectan en los demás.
Ánima y Animus
El ánima es una imagen femenina en la psique masculina, y el ánimus es una imagen masculina en la psique femenina. El ánima/ánimus representa el «verdadero yo» más que la imagen que presentamos a los demás y sirve como fuente primaria de comunicación con el inconsciente colectivo.
Jung creía que los cambios fisiológicos, así como las influencias sociales, contribuían al desarrollo de los roles sexuales y las identidades de género. Jung sugirió que la influencia de los arquetipos animus y anima también estaba implicada en este proceso. Según Jung, el animus representa el aspecto masculino en la mujer, mientras que el anima representa el aspecto femenino en el hombre.
Estas imágenes arquetípicas se basan tanto en lo que se encuentra en el inconsciente colectivo como en el personal. El inconsciente colectivo puede contener nociones sobre cómo deben comportarse las mujeres, mientras que la experiencia personal con esposas, novias, hermanas y madres contribuye a crear imágenes más personales de las mujeres.
En muchas culturas, sin embargo, se anima a hombres y mujeres a adoptar roles de género tradicionales y a menudo rígidos. Jung sugirió que este desaliento de los hombres a explorar sus aspectos femeninos y de las mujeres a explorar sus aspectos masculinos servía para socavar el desarrollo psicológico.
El ánima y el ánimus combinados se conocen como la sizigia o la pareja divina. La sizigia representa la culminación, la unificación y la totalidad.
El Sí mismo
El sí mismo es un arquetipo que representa la inconsciencia y la consciencia unificadas de un individuo. Jung solía representarlo como un círculo, un cuadrado o un mandala.
La creación del sí mismo se produce a través de un proceso conocido como individuación, en el que se integran los diversos aspectos de la personalidad. Jung creía que la falta de armonía entre el inconsciente y la mente consciente podía provocar problemas psicológicos. Una parte importante del proceso de individuación consistía en sacar a la luz estos conflictos y acomodarlos en la conciencia.
Jung sugería que había dos centros diferentes de la personalidad:
El ego constituye el centro de la conciencia, pero es el yo el que se encuentra en el centro de la personalidad.
La personalidad abarca no sólo la conciencia, sino también el ego y la mente inconsciente.
Puedes pensar en esto imaginando un círculo con un punto justo en el centro. Todo el círculo constituye el yo, mientras que el pequeño punto del centro representa el ego.
Para Jung, el objetivo último era que el individuo alcanzara un sentido de cohesión del sí mismo, similar en muchos aspectos al concepto de autorrealización de Maslow.
12 Arquetipos de la personalidad
El gobernante
El Gobernante es un líder nato con grandes ambiciones. Es carismático por naturaleza y tiene un don para entender la política interpersonal, lo que le permite ejercer su influencia con facilidad.
Utiliza sus habilidades para asegurar la prosperidad en su propia vida y en la de sus seres queridos, pero es consciente de que el poder es precario por naturaleza, por lo que es especialmente propenso a la sospecha y la paranoia. Es fácil utilizar esta debilidad en su contra, ya que este personaje suele tener mucho que perder.
- Lema: El poder no lo es todo, es lo único.
- Deseo principal: control
- Objetivo: crear una familia o comunidad próspera y exitosa
- Estrategia: ejercer el poder
- Mayor temor: el caos, ser derrocado
- Debilidad: ser autoritario, incapaz de delegar
- Talento: responsabilidad, liderazgo
- Al Gobernante también se le conoce como: El jefe, líder, aristócrata, rey, reina, político, modelo, gerente o administrador.
El Creador
A veces llamado el Artista, este arquetipo de personaje se deleita poniendo orden en el caos -ya sea en el mundo o en su propio interior- a través de actividades creativas como el dibujo, la escritura, la música, la arquitectura o la invención de nuevas formas de hacer las cosas.
Tienen una forma de ver las cosas que los demás no ven, pero tienden al perfeccionismo y a la autodegradación. Aunque tienen el potencial de provocar enormes cambios en el mundo, también corren el riesgo de perderse en él.
- Lema: Si puedes imaginarlo, puede hacerse
- Deseo principal: crear cosas de valor duradero
- Objetivo: hacer realidad una visión
- Mayor temor: una visión o una ejecución mediocres
- Estrategia: desarrollar el control y la habilidad artísticos
- Tarea: crear cultura, expresar la propia visión
- Debilidad: perfeccionismo, malas soluciones
- Talento: creatividad e imaginación
- Al Creador también se le conoce como: El artista, el inventor, el innovador, el músico, el escritor o el soñador.
El sabio
Al Sabio le apasiona aprender y trabaja constantemente para mejorar su mente y su espíritu. Quiere crecer continuamente y comprender la verdad de todo, y suele ser una gran persona a la que acudir en busca de respuestas.
Sin embargo, pueden perderse con demasiada facilidad en el estudio de detalles minuciosos, y pueden no estar dispuestos a confiar en sí mismos para emprender ninguna acción real, animando a otros a actuar en su lugar. Aunque son muy sabios, pueden tener tendencia a pensar demasiado las cosas.
- Lema: La verdad os hará libres
- Deseo principal: encontrar la verdad.
- Objetivo: utilizar la inteligencia y el análisis para comprender el mundo.
- Mayor temor: ser engañado o ignorado.
- Estrategia: buscar información y conocimiento; autorreflexión y comprensión de los procesos de pensamiento.
- Debilidad: puede estudiar los detalles eternamente y nunca actuar.
- Talento: sabiduría, inteligencia.
- Al Sabio también se le conoce como: El experto, erudito, detective, consejero, pensador, filósofo, académico, investigador, pensador, planificador, profesional, mentor, maestro, contemplativo.
El Inocente
El Inocente es la personificación de la positividad, la sinceridad y la pureza. Encarnan la bondad del mundo que otros personajes han tenido que dejar atrás. Siempre ven lo mejor en los demás y creen en la posibilidad de un final feliz; debido a su juventud o a una vida protegida, no se han visto afectados por las tragedias y penurias del mundo.
Su punto fuerte es su compasión y su capacidad para hacer que el mundo sea un poco más luminoso, pero no suelen tener muchos conocimientos sobre el mundo y pueden ser muy ingenuos.
- Lema: Libres para ser tú y yo
- Deseo principal: llegar al paraíso
- Objetivo: ser feliz
- Mayor temor: ser castigado por hacer algo malo o incorrecto
- Estrategia: hacer las cosas bien
- Debilidad: aburrir por toda su ingenua inocencia
- Talento: fe y optimismo
- Al Inocente también se le conoce como: Utópico, tradicionalista, ingenuo, místico, santo, romántico, soñador.
El explorador
El Explorador sufre de un constante deseo de viajar. No están satisfechos con su pequeño mundo y anhelan ver más allá. Estos personajes son independientes, motivados y no tradicionales, y a menudo luchan contra los límites culturales y los estigmas de su sociedad.
Su fuerza radica en su valentía y curiosidad, pero esta curiosidad puede llevarles a estar desarraigados y a no contar con la confianza de quienes les rodean, y puede resultarles difícil encajar con los demás. También pueden tener un miedo irracional a permanecer enjaulados en un mismo lugar durante demasiado tiempo.
- Lema: No me encierres
- Deseo principal: la libertad de descubrir quién eres explorando el mundo.
- Objetivo: experimentar una vida mejor, más auténtica y más plena.
- Mayor temor: quedar atrapado, el conformismo y el vacío interior
- Estrategia: viajar, buscar y experimentar cosas nuevas, escapar del aburrimiento
- Debilidad: vagar sin rumbo, convertirse en un inadaptado
- Talento: autonomía, ambición, fidelidad al alma
- Al explorador también se le conoce como: El buscador, iconoclasta, vagabundo, individualista, peregrino.
El Rebelde
A veces llamado Revolucionario o Forajido, a este arquetipo de personaje no le gusta cómo está el mundo y se propone hacer algo al respecto. Caminan sobre una línea muy fina entre hacer las cosas mal por las razones correctas y perderse en la lucha por su causa. Su fuerza reside en su valentía y su voluntad de luchar contra la injusticia, pero pueden ser devorados fácilmente por la ira y las soluciones miopes.
- Lema: Las reglas están hechas para romperse
- Deseo principal: venganza o revolución
- Objetivo: acabar con lo que no funciona
- Mayor temor: ser impotente o ineficaz
- Estrategia: perturbar, destruir o conmocionar
- Debilidad: pasarse al lado oscuro, delinquir
- Talento: indignación, libertad radical
- Al Rebelde también se le conoce como: El forajido, el revolucionario, el salvaje, el inadaptado o el iconoclasta.
El Héroe
El héroe quiere cambiar el mundo, pero, a diferencia del arquetipo del Rebelde, suele tropezar con su viaje de héroe por accidente. Este personaje es valiente (aunque no se dé cuenta al principio), de espíritu fuerte y siente la necesidad instintiva de proteger a los más débiles.
Son líderes naturales e inspiran a la gente para que mejore. Sin embargo, a menudo se exigen demasiado a sí mismos, asumen demasiadas responsabilidades y se aíslan de los demás, lo que puede conducir a la arrogancia.
- Lema: Donde hay voluntad, hay un camino
- Deseo fundamental: demostrar la propia valía mediante actos valientes
- Objetivo: dominio experto de forma que mejore el mundo
- Mayor temor: la debilidad, la vulnerabilidad, ser un «gallina»
- Estrategia: ser lo más fuerte y competente posible
- Debilidad: arrogancia, necesitar siempre otra batalla que librar
- Talento: competencia y coraje
- Al Héroe también se le conoce como: El guerrero, el cruzado, el salvador, el superhéroe, el soldado, el cazador de dragones, el ganador y el jugador de equipo.
El Mago
También conocido como el arquetipo del Hechicero, posee un gran poder, conocimiento o habilidad. Su poder puede ser sobrenatural, intelectual o incluso práctico, como la capacidad de diseñar complejos sistemas informáticos. Sus habilidades y conocimientos suelen desempeñar un papel fundamental en la consecución de los objetivos.
El Mago suele ser muy carismático y querido por sus habilidades, pero su debilidad reside en su arrogancia y su tendencia ocasional a sobrevalorarse.
- Lema: Hago que las cosas sucedan.
- Deseo principal: comprender las leyes fundamentales del universo
- Objetivo: hacer realidad los sueños
- Mayor temor: consecuencias negativas no deseadas
- Estrategia: desarrollar una visión y vivir de acuerdo con ella
- Debilidad: ser manipulador
- Talento: encontrar soluciones beneficiosas para todos
- Al Mago también se le conoce como: visionario, catalizador, inventor, líder carismático, chamán, sanador, curandero.
El Bufón
El objetivo del bufón en la vida es difundir la alegría allá donde vaya, y a menudo la forma más fácil de hacerlo es a través de la risa. Este personaje es el alma de todas las fiestas y siempre quiere asegurarse de que todo el mundo se lo pasa bien, incluso en detrimento del propio bufón.
Son francos y a menudo dan con verdades inesperadas, pero a veces pueden ser superficiales. Aunque el Bufón conoce a todo el mundo, rara vez se abre para revelar su verdadero yo porque ha cultivado una personalidad muy característica y satisfactoria.
- Lema: Sólo se vive una vez
- Deseo principal: vivir el momento con pleno disfrute
- Objetivo: pasarlo bien e iluminar el mundo
- Mayor temor: aburrirse o aburrir a los demás
- Estrategia: jugar, hacer bromas, ser divertido
- Debilidad: frivolidad, perder el tiempo
- Talento: la alegría
- El Bufón también es conocido como: El tonto, el embaucador, el bromista, el bromista o el comediante.
El hombre común
El arquetipo del hombre común es completamente normal en todos los sentidos, al tiempo que muestra lo mejor de lo que puede ser la normalidad. Son honestos, auténticos, no se enfrentan a nadie y creen que todo el mundo merece una oportunidad justa.
Tienen los pies en la tierra y caen bien a casi todo el mundo, pero pueden pasar desapercibidos fácilmente porque se integran muy bien. Su fuerza radica en su capacidad para ser diplomáticos y empáticos, pero a menudo tienen problemas para ver el mundo más allá de su comunidad inmediata.
- Lema: Todos los hombres y mujeres han sido creados iguales
- Deseo principal: conectar con los demás
- Objetivo: pertenecer
- Mayor temor: quedarse fuera o destacar entre la multitud
- Estrategia: desarrollar virtudes ordinarias sólidas, tener los pies en la tierra, el toque común
- Debilidad: perderse a uno mismo en un esfuerzo por integrarse o en aras de relaciones superficiales
- Talento: realismo, empatía, falta de pretensión
- El hombre común también es conocido como: El buen chico, el tipo normal, la persona de al lado, el realista, el trabajador, el ciudadano sólido, el buen vecino, la mayoría silenciosa.
El Amante
El arquetipo del Amante anhela la conexión con los demás por encima de todo, ya sea con su pareja, un amigo querido o una familia unida. Su fuerza reside en su hedonismo inspirador: utilizan todos sus sentidos para aprovechar al máximo cada momento y creen en vivir la vida al máximo.
Son apasionados, sensuales y leales, pero a menudo tienen un profundo miedo a quedarse solos. Esto puede hacer que se extralimiten y sacrifiquen demasiado en busca del amor.
- Lema: Eres lo único
- Deseo principal: intimidad y experiencia
- Objetivo: estar en relación con las personas, el trabajo y el entorno que aman
- Mayor temor: estar solo, ser un alhelí, no ser querido, no ser amado.
- Estrategia: ser cada vez más atractivo física y emocionalmente
- Debilidad: deseo de agradar a los demás a riesgo de perder la propia identidad
- Talento: pasión, gratitud, aprecio y compromiso
- Al Amante también se le conoce como: El compañero, el amigo, el íntimo, el entusiasta, el sensualista, el cónyuge, el formador de equipos.
El cuidador
Este personaje se conoce a veces como el arquetipo de la Madre, aunque puede ser de cualquier sexo o edad. Al Cuidador le encanta cuidar de la gente y sentirse necesitado, y siempre tenderá una mano o un oído empático a alguien en apuros.
Son desinteresados y anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias. Aunque son muy queridos por su compasión y generosidad, a menudo carecen de ambición y es fácil aprovecharse de ellos.
- Lema: Ama a tu prójimo como a ti mismo
- Deseo principal: proteger y cuidar a los demás
- Objetivo: ayudar a los demás
- Mayor temor: el egoísmo y la ingratitud
- Estrategia: hacer cosas por los demás
- Debilidad: el martirio y ser explotado
- Talento: compasión, generosidad
- Al Cuidador también se le conoce como: El santo, el altruista, el padre, el ayudante, el solidario.