Muchas carreras universitarias y oposiciones requieren la memorización de grandes cantidades de información. Memorizar para una clase puede ser difícil, pero puede ser aún más frustrante cuando tienes varias clases. Muchos estudiantes sienten que simplemente no tienen una gran capacidad de memoria.
Sin embargo, afortunadamente, memorizar no es sólo para un grupo de élite de personas que han nacido con las habilidades adecuadas: cualquiera puede entrenar y desarrollar sus habilidades de memorización.
Los memorizadores competitivos afirman que la práctica de técnicas de visualización y el uso de trucos de memoria les permiten recordar grandes trozos de información con rapidez.
Las investigaciones demuestran que los estudiantes que utilizan trucos de memoria obtienen mejores resultados que los que no lo hacen. Los trucos de memoria te ayudan a ampliar tu memoria de trabajo y a acceder a la memoria a largo plazo.
Estas técnicas también pueden permitirte recordar algunos conceptos durante años o incluso de por vida. Por último, este tipo de trucos de memoria conducen a la comprensión y al pensamiento de orden superior. Sigue leyendo para conocer las técnicas de memorización eficaces que te ayudarán en la escuela.
Trucos y consejos sencillos para mejorar la memoria para estudiar
Además de las técnicas de memoria visual y espacial, hay muchos otros trucos que puedes utilizar para ayudar a tu cerebro a recordar información. Aquí tienes algunos consejos sencillos que puedes probar. Mira este vídeo del Centro de Aprendizaje para ver una explicación rápida de muchos de estos consejos.
Intenta comprender primero la información. La información que está organizada y tiene sentido para ti es más fácil de memorizar. Si ves que no entiendes el material, dedica algo de tiempo a entenderlo antes de intentar memorizarlo.
Relaciónalo. Conecta la información que intentas memorizar con algo que ya conoces. El material aislado es más difícil de recordar que el que está conectado a otros conceptos.
Si no puedes pensar en una forma de conectar la información con algo que ya conoces, inventa una conexión loca.
Por ejemplo, digamos que intentas memorizar el hecho de que el agua a nivel del mar hierve a 212 grados Fahrenheit, y que 212 son los tres primeros dígitos del número de teléfono de tu mejor amigo. Vincula estos dos datos imaginando que lanzas tu teléfono a un océano hirviendo. Es un vínculo muy loco, pero puede ayudar a que el dato se quede grabado.
Consúltalo con la almohada. Los estudios demuestran que tu cerebro procesa y almacena información mientras duermes. Intenta repasar la información justo antes de irte a dormir -aunque sea durante unos minutos- y comprueba si eso ayuda a que la información se fije en tu memoria.
Autocomprobación. Ponte a prueba de vez en cuando recordando activamente la información que estás tratando de estudiar. Asegúrate de que te examinas activamente, no te limites a releer los apuntes o el libro de texto. A menudo, los estudiantes creen que recuerdan el material sólo porque les resulta familiar cuando lo releen.
En su lugar, hazte preguntas y oblígate a recordarlo sin mirar la respuesta o el material. Esto te permitirá identificar las áreas con las que tienes dificultades; entonces podrás volver a uno de los trucos de memoria para ayudarte a memorizarlo. Además, evita ponerte a prueba inmediatamente después de intentar memorizar algo. Espera unas horas, o incluso uno o dos días, para ver si realmente se ha quedado grabado en tu memoria.
Utiliza la práctica distribuida. Para que un concepto pase de tu memoria de trabajo temporal a tu memoria a largo plazo, tienen que ocurrir dos cosas: que el concepto sea memorable y que se repita. Utiliza la repetición para fijar la información en tu memoria.
Las técnicas de repetición pueden consistir en tarjetas de memoria, en el uso de los sencillos consejos de esta sección y en la autoevaluación. Espacia el estudio y la repetición durante varios días y empieza a aumentar el tiempo entre cada sesión de estudio. Espaciar y ampliar gradualmente los tiempos entre cada sesión puede ayudarnos a estar más seguros de que dominamos los conceptos y a fijarlos.
Escríbelo. La escritura parece ayudarnos a codificar más profundamente la información que intentamos aprender porque existe una conexión directa entre nuestra mano y nuestro cerebro. Intenta escribir tus apuntes a mano durante una clase o reescribir y reorganizar los apuntes o la información a mano después de una clase.
Mientras escribes un concepto que quieres recordar, intenta decir la información en voz alta y visualizar también el concepto.
Crea grupos significativos. Una buena estrategia para memorizar es crear grupos significativos que simplifiquen el material. Por ejemplo, supongamos que quieres recordar los nombres de cuatro plantas: ajo, rosa, espino y mostaza. Las primeras letras se abrevian como GRHM, así que puedes relacionarlas con la imagen de una galleta GRAHAM. Ahora todo lo que tienes que hacer es recordar la imagen de una galleta graham, y los nombres de las plantas serán más fáciles de recordar.
Utiliza la mnemotecnia. Las mnemotecnias son sistemas y trucos que hacen que la información se recuerde. Un tipo común es cuando la primera letra de cada palabra de una frase es también la primera letra de cada palabra de una lista que hay que memorizar.
Habla contigo mismo. Puede parecer extraño al principio, pero hablar contigo mismo sobre el material que estás intentando memorizar puede ser una herramienta de memoria eficaz. Prueba a hablar en voz alta en lugar de limitarte a subrayar o releer la información.
Haz ejercicio. ¡En serio! Los estudios demuestran que el ejercicio puede mejorar nuestra memoria y capacidad de aprendizaje porque ayuda a crear neuronas en áreas relacionadas con la memoria. Tanto el entrenamiento cardiovascular como el de resistencia (pesas) tienen efectos poderosos, así que haz lo que mejor te funcione.
Practica la intercalación. La intercalación es la idea de mezclar o alternar habilidades o conceptos que quieres memorizar. Por ejemplo, dedica algún tiempo a memorizar palabras de vocabulario para tu clase de ciencias y luego pasa inmediatamente a estudiar fechas y nombres históricos para tu clase de historia.
A continuación, practica algunos problemas de matemáticas y luego vuelve a las definiciones de ciencias. Este método puede parecer confuso al principio, pero al final da mejores resultados que si te limitas a dedicar mucho tiempo al mismo concepto.
Técnicas visuales y espaciales para mejorar la memoria
Las técnicas visuales y espaciales son trucos de memoria en los que intervienen los cinco sentidos. Utilizan imágenes, canciones, sentimientos y nuestro cuerpo para ayudar a que la información se fije. Los seres humanos tienen unos sistemas de memoria visual y espacial extraordinarios. Cuando se utilizan técnicas de memoria visual y espacial, se emplean enfoques divertidos, memorísticos y creativos en lugar de la aburrida memorización de memoria.
Esto hace que sea más fácil ver, sentir u oír las cosas que quieres recordar. Las técnicas visuales y espaciales también liberan la memoria de trabajo.
Cuando agrupas cosas, mejoras tu memoria a largo plazo. El uso de técnicas visuales y espaciales ayuda a tu mente a concentrarse y prestar atención cuando tu mente preferiría divagar en otra cosa. Te ayudan a hacer que lo que aprendes sea significativo, memorable y divertido.
La práctica común de usar los nudillos para recordar el número de días de cada mes es un gran ejemplo de una técnica visual y espacial fácil que te ayuda a recordar detalles.
Imágenes visuales memorables. La próxima vez que tenga que recordar un elemento clave, intente crear una imagen visual memorable que represente ese elemento. Las imágenes son importantes porque conectan directamente con los centros visoespaciales del cerebro. Las imágenes te ayudan a recordar conceptos difíciles al aprovechar las áreas visuales.
Pero no sólo tienes que utilizar imágenes: cuantos más sentidos utilices, más fácil te resultará recordar la información. En lugar de limitarse a visualizar una imagen, intente también olerla, sentirla y oírla. Por ejemplo, si intentas recordar que la capital de Luisiana es Baton Rouge, dibuja la imagen de una chica llamada Louise llevando un bastón de mando rojo.
La técnica del palacio de la memoria. Esta técnica consiste en visualizar un lugar conocido -como la distribución de tu casa o tu dormitorio- y utilizarlo como espacio visual en el que puedes depositar los conceptos-imágenes que quieres recordar. Esta técnica puede ayudar a recordar elementos no relacionados, como la lista de la compra. Para utilizar la técnica del palacio de la memoria, visualiza tu lugar (casa o dormitorio) y luego imagina los artículos de tu lista de la compra en diferentes zonas del lugar.
Por ejemplo, imagina un huevo roto goteando en el borde de la mesa o un montón de manzanas en el sofá. Puede costar algún tiempo acostumbrarse a esta técnica, pero una vez que lo hagas, será más rápida y efectiva. Esta charla de Ted explica mejor los palacios de la memoria.
Canciones y jingles. Al igual que el palacio de la memoria y las imágenes, las canciones o jingles utilizan el hemisferio derecho del cerebro y pueden ayudarnos a recordar cosas complicadas, como ecuaciones y listas.
Ya hay muchas canciones para cosas como la fórmula cuadrática. Intenta buscar en Google lo que quieres recordar para ver si alguien ya ha creado una melodía. Si no es así, intenta crear la tuya propia.
Los cinco sentidos. Utilizar tantos sentidos como sea posible al estudiar te ayuda a utilizar más partes del cerebro y a retener mejor la información. Por ejemplo, si estudias para un examen de anatomía, coge los modelos de anatomía, palpa cada una de las partes y di sus nombres en voz alta.
Metáforas o analogías visuales animadas. Esto puede ayudarte no sólo a recordar sino a comprender conceptos, especialmente en matemáticas y ciencias. Una metáfora es una forma de darse cuenta de que una cosa es de alguna manera similar a otra.
Por ejemplo, piensa que el país de Siria tiene la forma de un tazón de cereales y que el país de Jordania es como una zapatilla Nike Air Jordan. Las metáforas -especialmente las visuales- pueden permanecer en tu mente durante años. Ayudan a pegar las ideas en tu mente porque establecen conexiones con estructuras neuronales que ya están ahí.