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El Lóbulo Occipital. Localización, características, funciones y trastornos asociados

El lóbulo occipital es uno de los cuatro pares de lóbulos principales del cerebro humano. El lóbulo occipital se llama así porque se encuentra debajo del hueso occipital del cráneo. También es el más pequeño de los lóbulos.

En realidad hay dos lóbulos occipitales, uno en cada hemisferio del cerebro. La fisura cerebral central divide y separa los lóbulos.

Los lóbulos occipitales están situados en la parte posterior de la parte superior del cerebro. Se sitúan detrás de los lóbulos temporal y parietal y por encima del cerebelo, separados de éste por una membrana llamada tentorium cerebelli.

La superficie del lóbulo occipital está formada por una serie de pliegues, entre los que se encuentran unas crestas llamadas giros y unas depresiones llamadas surcos. Dado que el lóbulo occipital no tiene una estructura ordenada, los científicos utilizan estos surcos y giros para identificar la zona del lóbulo.

Aparte de éstos, no hay distinciones estructurales en los lóbulos. Los científicos separan los lóbulos aún más basándose en la función básica.

El lóbulo occipital contiene diferentes secciones o áreas, y cada una de ellas tiene un conjunto diferente de funciones. Estas incluyen:

  • Los cuerpos geniculados laterales
  • La língula
  • La corteza visual primaria, conocida como área 17 de Brodmann o V1Fuente de confianza
  • La corteza visual secundaria, conocida como áreas de Brodmann 18 y 19 o V2, V3, V4, V5Fuente de Lonfianza, que rodea a la corteza visual primaria
  • La corriente dorsomedial
El lóbulo occipital del cerebro.

A continuación vamos a describir brevemente las áreas más importantes que componen los lóbulos occipitales, incluyendo sus funciones principales.

Corteza visual primaria

La corteza visual primaria, denominada área 17 de Brodmann o V1, recibe información de la retina. A continuación, interpreta y transmite la información relacionada con el espacio, la ubicación, el movimiento y el color de los objetos en el campo visual.

Lo hace a través de dos vías diferentes denominadas corrientes: la corriente ventral y la corriente dorsal.

Corteza visual secundaria

El córtex visual secundario, denominado área de Brodmann 18 y 19 o V2, V3, V4, V5, recibe información del córtex visual primario. El córtex visual secundario se ocupa de gran parte del mismo tipo de información visual.

Corriente ventral

La corriente ventral es una de las vías que utiliza el córtex visual primario para enviar información. Lleva la información al lóbulo temporal, que interpreta la información y ayuda al cerebro a dar significado a los objetos del campo visual.

Esto ayuda a reconocer los objetos y a dar conciencia de lo que la persona está viendo.

Corriente dorsal

La corriente dorsal es la otra vía que utiliza el córtex visual primario para enviar información. Comparte información sobre la ubicación de un objeto y la transmite al lóbulo parietal, que recibe otra información sobre el espacio y la forma de los objetos en el campo visual.

Cuerpos geniculados laterales
Los cuerpos geniculados laterales llevan parte de la información bruta de la parte externa de la retina a la corteza visual.

Língula

La língula recoge información general sobre el campo de visión de la mitad interior de la retina.

La combinación de la información de los cuerpos geniculados laterales y la língula ayuda a crear conciencia espacial y da profundidad a la información visual.

Otras áreas importantes

Aunque la ciencia moderna ha revelado mucho sobre cómo el lóbulo occipital revela el mundo visual, los investigadores siguen aprendiendo nueva información sobre el lóbulo occipital y su funcionamiento exacto.

Ninguna sección del cerebro es realmente independiente, y esto incluye al lóbulo occipital. Por ejemplo, el lóbulo occipital toma la información de la retina del ojo y la traduce en el mundo visual. Por ello, depende en gran medida de los propios ojos.

Los propios ojos también tienen músculos que necesitan ser controlados. La corteza motora del cerebro es responsable de estos movimientos, por lo que también desempeña un papel en la visión.

Los lóbulos temporal y occipital también comparten importantes interacciones. El lóbulo temporal da sentido a la información visual interpretada por el lóbulo occipital. También almacena la información, hasta cierto punto, en forma de recuerdos.

En algunos casos, también es posible que otras secciones del cerebro compensen cualquier daño que afecte al lóbulo occipital.

Aunque sabemos que el lóbulo occipital se dedica a la visión, este proceso es muy complejo e incluye varias funciones distintas. Entre ellas se encuentran:

  • Trazar un mapa del mundo visual, lo que ayuda tanto al razonamiento espacial como a la memoria visual. La mayor parte de la visión implica algún tipo de memoria, ya que la exploración del campo visual requiere recordar lo que se ha visto hace un segundo.
  • Determinar las propiedades del color de los elementos del campo visual.
  • Evaluar la distancia, el tamaño y la profundidad.
  • Identificar los estímulos visuales, en particular los rostros y objetos familiares.
  • Transmitir información visual a otras regiones del cerebro para que estos lóbulos puedan codificar recuerdos, asignar significados, elaborar respuestas motoras y lingüísticas adecuadas y responder continuamente a la información del mundo circundante.
  • Recibir datos visuales brutos de los sensores de percepción de la retina.

Los daños y lesiones en el lóbulo occipital, pueden provocar una o más disfunciones en el cerebro, la visión o el funcionamiento cotidiano. Puede causar o contribuir a cualquiera de las siguientes condiciones.

Ceguera

Dado que el lóbulo occipital se ocupa de la visión, una posible consecuencia de los daños en esta zona es la ceguera total o parcial. Sin embargo, la pérdida de la vista no siempre es directa, sino que la persona puede perder una o más funciones específicas de su visión.

Síndrome de Anton

El síndrome de Anton es una forma rara de ceguera que se produce sin que la persona sea consciente de ello. La persona puede negar su pérdida de visión, incluso si un profesional sanitario presenta pruebas que demuestren que tiene pérdida de visión.

Síndrome de Riddoch

El síndrome de Riddoch es una enfermedad rara en la que la persona sólo puede ver objetos en movimiento. Los objetos fijos simplemente no aparecen en su campo de visión. La persona tampoco puede percibir la forma o el color.

Epilepsia

La epilepsia comparte un vínculo con el lóbulo occipital en algunos casos. Si una persona es más propensa a las crisis de tipo occipital o a las crisis de fotosensibilidad, los destellos de luz o las imágenes que contienen varios colores pueden desencadenar estas crisis.

Otras formas de disfunción

El tipo de disfunción que afecta al organismo puede variar en función del lugar del lóbulo occipital donde se produzca la disfunción o la lesión. Algunos ejemplos posibles son

  • Dificultades de movimiento: Incluso si todavía puede moverse, los cambios en la percepción de la profundidad y la visión pueden provocar movimientos inadecuados y dificultades para navegar por el campo visual.
  • Dificultades para percibir los colores, la forma, la dimensión y el tamaño.
  • Dificultad para reconocer objetos o rostros familiares.
  • Alucinaciones
  • Incapacidad para reconocer o leer palabras escritas.
  • Incapacidad para detectar que un objeto está en movimiento.
  • Dificultad para leer o escribir; por ejemplo, las palabras pueden parecer moverse en la página.
  • Dificultad para localizar objetos en el entorno, incluso cuando se pueden ver esos objetos.
  • Dificultades con la motricidad fina y gruesa, así como con el equilibrio
Ismael Abogado

Ismael Abogado

Psicólogo y aprendiz constante de la mente y el alma.

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