Tanto si quieres un aumento de sueldo, un ascenso o simplemente un cambio positivo en tu vida, encontrar la voz para pedir y conseguir lo que quieres puede ser difícil. Requiere asertividad.
Convertirse en una persona asertiva requiere un poco de práctica, pero es una habilidad comunicativa clave que puede hacer que tengas más confianza en ti mismo y que tu vida sea más satisfactoria.
¿Qué es la asertividad?
Ser asertivo significa tener la capacidad de comunicar con confianza lo que uno quiere o necesita, respetando al mismo tiempo las necesidades de los demás. La asertividad es una habilidad interpersonal, un comportamiento que puedes utilizar para comunicarte y relacionarte de forma efectiva con otra persona.
Ser asertivo es un estilo de comunicación que es directo pero no confrontacional. La asertividad es el término medio entre un estilo agresivo y un estilo pasivo.
Los beneficios de ser asertivo
La capacidad de expresar con confianza lo que se siente y lo que se quiere es una habilidad vital importante para la vida personal y profesional. Los beneficios de ser asertivo incluyen:
- Ser asertivo aumenta la confianza en uno mismo. Cuando desarrollas la capacidad de defenderte a ti mismo, es un gran constructor de confianza. Cuanto más cómodo te sientas al ser abierto y honesto con los que te rodean -ya sea un jefe, compañeros de trabajo o un miembro de la familia-, más mejorará tu sentimiento de autoestima. En el proceso, aprenderás a pedir lo que quieres.
- La asertividad es un gran rasgo de liderazgo. En los negocios, los líderes deben ser francos, directos y capaces de delegar tareas para gestionar eficazmente a las personas y dirigir una empresa. En tu vida profesional, la capacidad de ser asertivo puede ponerte en la vía rápida hacia un papel de liderazgo.
- Las personas asertivas están menos estresadas. Los problemas no resueltos a los que temes enfrentarte permanecerán en tu mente y crearán estrés. Esta resistencia prolongada a enfrentarte a tus miedos puede afectar a tu salud mental y a tu bienestar. La capacidad de manejar los asuntos a medida que surgen libera espacio en tu mente para realizar otras tareas en tu vida.
- La asertividad es un estilo de comunicación eficaz. La capacidad de decir lo que necesitas permite a los demás saber cuál es tu posición en un asunto concreto. Es una estrategia que construye relaciones abiertas y honestas.
- Ser asertivo te ayuda a conseguir lo que necesitas. Quedarse callado y no ser asertivo da como resultado el statu quo. La comunicación asertiva allana el camino para alcanzar tus objetivos personales.
10 consejos para ser más asertivo
El comportamiento asertivo es una habilidad aprendida. Sigue estos consejos para ser asertivo y empieza a conseguir lo que quieres en la vida:
- Cree en ti mismo. Una baja autoestima puede impedirte decir a los demás lo que quieres. Cuando empieces a valorar realmente tu autoestima, te será más fácil comunicar tus necesidades. Preocuparse por las opiniones de los demás puede ser un obstáculo para ser honesto con uno mismo y con los demás. Ser asertivo es un claro signo de autoestima.
- Aprende a decir «no». A menudo, las personas son reacias a decir «no» a los demás para ser complacientes con la gente, aunque decir «sí» les suponga un inconveniente. Ya sea aceptando el trabajo extra de un colega o cuidando el perro de un amigo, ayudar a los demás hace que la gente se sienta bien. Pero es importante reconocer cuándo tu vida debe tener prioridad sobre la ayuda a alguien. Si ya tienes muchas cosas en tu plato y no puedes asumir más en este momento, simplemente di que no. Es una sensación de poder y puedes ofrecer ayuda en el momento que mejor te convenga.
- Empieza con algo pequeño. Si te cuesta encontrar esa voz asertiva, empieza por cosas pequeñas. Tal vez sigas oyendo un traqueteo después de recoger tu coche del taller, pero te da miedo cuestionar el trabajo de tu mecánico. Diga algo. Empieza a practicar rituales diarios para ponerte en primer lugar.
- Practica tus habilidades de asertividad. Practica lo que vas a decir. Por ejemplo, si vas a pedir un aumento de sueldo, intenta hacer un juego de roles con un compañero o amigo para esbozar los diferentes escenarios, de modo que no te pille desprevenido y no pierdas el impulso cuando estés en el momento. También puedes escribir lo que quieres decir y ensayarlo para tener confianza cuando hagas la presentación real.
- Sé sencillo y directo. No dejes lugar a malas interpretaciones. La asertividad es eficaz porque va directamente al grano. Dígale a la otra persona cómo se siente utilizando el pronombre «yo», como en «yo siento» o «yo pienso». Este es un enfoque de confianza. Empezar con el «tú» presume de saber lo que siente la otra parte y resulta un estilo de comunicación más agresivo.
- Deja de lado las emociones negativas. Puede que estés atravesando una situación difícil y albergues sentimientos negativos hacia la parte contraria, pero deja todas esas emociones fuera de tu mensaje. Incluso si la otra persona reacciona, mantén la calma. Enfadarse o ponerse a la defensiva puede llevar a una respuesta agresiva en lugar de asertiva. Debes mantener el rumbo, lo que ayudará a mitigar una mala situación.
- Recuerda tu lenguaje corporal. Tus palabras son sólo una parte de cómo te comunicas con los demás. Tu lenguaje corporal, el tono de voz y las expresiones faciales contribuyen a tu mensaje. Mantén una expresión facial neutra (practica frente a un espejo si lo necesitas). Mantente erguido y haz contacto visual, dos atributos clave de una persona segura de sí misma.
- Comprender el otro punto de vista. Un ingrediente clave de la asertividad es la capacidad de decir lo que se necesita y, al mismo tiempo, reconocer los deseos de los demás. Las personas asertivas son eficaces porque poseen empatía y respetan otras opiniones e ideas a la hora de negociar. En cambio, las personas agresivas exigen que se satisfagan sus necesidades sin tener en cuenta a los demás. Respetar a la persona con la que te estás comunicando suele conducir a una solución colaborativa y a un escenario en el que ambas partes salen ganando.
- Mantén una actitud positiva. A nadie le gustan las conversaciones difíciles y, en consecuencia, las cosas quedan sin resolver, lo que provoca estrés y relaciones complicadas. Una forma de dejar de procrastinar y afrontar las situaciones que requieren que seas asertivo es abordarlas con emociones positivas. Si te comunicas con un tono optimista, la otra persona suele bajar la guardia y responder en consecuencia.
- Mantente firme. Si no consigues lo que quieres la primera vez que lo pides, no te rindas. En el entrenamiento de asertividad, esta técnica se llama disco rayado. Puede que la persona no responda como esperabas la primera vez, pero puede que simplemente necesite tiempo para procesar lo que quieres. Vuelve a repetir lo que necesitas hasta que lo consigas.